En el contexto del neoliberalismo ocurre una importante transfomación en los procesos de socialización de las nuevas generaciones.

La sociedad en la que vivimos ha sufrido cambios en las estructuras de poder, de producción y de relaciones humanas, que requieren cambios por parte de la escuela. Los movimientos demográficos y los avances tecnológicos han cambiado nuestra manera de expresarnos, de pensar y de actuar.

Vivimos en un contexto saturado de información, llena de intereses. Es aquí donde la tarea del docente se ve obligada a cambiar, dejando atrás aquella de transmitir conocimientos, dando paso a la nueva, que consite en organizar, expresar y transformar la información.
Hoy en día existe una gran diversidad de culturas dentro de las escuelas, que supondría una transformación de la escuela, creando un espacio de vivencia entre culturas que desarrollará comportamientos y sentimientos positivos.

Esta diversidad cultural implica que el diseño de los currículos sean abiertos y flexibles a los ritmos diferentes de cada individuo, para ofrecer la oportunidad de que éstos construyan de forma crítica sus propios sentimientos y pensamientos y por tanto, actuen de acorde con ellos.